domingo, 13 de enero de 2013

Carta

Querido Mariano: Quiero decirte que, desde que te conocí hace dieciocho años, he presenciado tus diferentes etapas, tus evoluciones, tus cambios requeridos para convertirte en tu forma destinada a la felicidad. Sé que aún no completas todos esos cambios y que requieres de muchos más para lograr tu cometido en esta vida. Pero déjame decirte que estas cursando uno importante. Uno simbólico, pero importante en sentimentalismos y formalismos. Cumples tu mayoría de edad. A pesar de que te comportas muy poco como joven, aún así lo eras, y aunque quizá lo sigas siendo, debes aceptar que eres más cercano a un adulto. Tal vez no un adulto en la forma habitual, porque sé que odiarías ser tal cosa, sino en el sentido del simbolismo sobre la independencia. Cosa que aún no sucede pero se ve mucho más cercana. Durante estos dieciocho años has sido muchos, pero siempre el mismo, y quiero que lo sigas siendo. Sólo aprende lo necesario para ser mejor persona y todo eso. En fin, no te deprimas, eso déjalo para cuando cumplas los treinta. Sólo disfruta tu edad fielmente a tu estilo, no porque eres mayor de edad significa que te revelarás, admitelo eres bastante tranquilo, y eso te gusta, no te importa ser como eres porque te gusta como eres. Sólo que como buen humano debes de celebrar estos cambios relativos al tiempo, y usarlos de escusa para marcar épocas. Te quiero mucho y sí, sé que extrañarás tus demás edades, pero se tienen que ir. Los años son así, tú eres así. Feliz cumpleaños, Mariano. Gracias por pasar ese tiempo conmigo. 
                                                                                                                           Con amor, tú.